miércoles, 15 de octubre de 2014


La Biblia dice…
En realidad, no puedo dejar de considerar que he vivido muchas vidas, pero, a estas alturas, si me dieran a elegir, no sabría con certeza con cuál quedarme… Si acaso adoptaría la que más me justifique. La que pueda mostrarme quién soy, qué hice y qué se esperaba que hiciera. Me quedaría la que me permita con más certeza mirar hacia mi interior y encontrarme con mi yo cara a cara; tal vez con la que me asegure que mi nombre no solo estará escrito en un lápida, sino que será bendecido por muchas personas. Sí, ya sé que me dirás que presumo con tener unos hijos excepcionales y haber estado casado con una mujer amorosa, divina, única, nada menos que 40 años; me diréis que he vivido en cuatro países y que he conocido a muchas personas, y he descubierto acciones y cosas del mundo con ellas. Precisamente a eso me refiero cuando afirmo que son muchas las vidas que he vivido. Y, sí, lo reconozco, esta sucesión de experiencias sería algo que llenaría la vida de otros, pero no la mía. Mi demanda sobre la vida es más exigente, porque no es suficiente para mis apetencias o para mi sensibilidad. Porque mi vida es mi vida, y yo soy yo, y tengo la absoluta necesidad de descubrirme, de decirme que mi vida es más que eso, que no estoy aquí cubriendo el espacio de molécula que me asignó la Naturaleza, que reniego continuamente de estas estructuras y mitos que no significan nada, que no asignan un destino, que te explican la vida como ellos (¿quienes?) quieren. ¿Por qué esa simulación de nuestra vida y nuestro destino? ¿Quién lo ha ordenado así y por qué razón? ¿Por qué el amor nace con tanta fuerza y luego se extingue…? ¿Seremos el juguete de un niño caprichoso? Hablaba en días pasados con un ministro de la iglesia y ha todos los cuestionamientos que yo le planteaba, él me respondía machaconamente: «Respecto a eso la Biblia dice…». ¡La Biblia dice, la Biblia dice! Pero, ¿a qué estamos jugando? Definitivamente, cada persona ha recibido su dosis de inteligencia… La Biblia dice, la Biblia dice… ¡Por favor!

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