martes, 16 de febrero de 2016



El principio de Peter 

Aunque en el libro El principio de Peter se dice que «en cualquier organización jerarquizada, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia, y a partir de ahí fracasa»  y se refiere a los ejecutivos de gerencia o a los funcionarios de empresa de alto nivel, probablemente hoy, en estos primeros 16 años del siglo XXI, tal razonamiento es aplicable a los sectores de mando, a los de alta jerarquía, es decir, a todo aquel individuo que se desempeña en los sectores públicos e importantes de la sociedad. Hoy, al considerar la predicciones del sueco Peter, tendría que pensarse, sobre todo, que se refiere a los políticos y a los científicos (existen muchos científicos que afirman cosas solo con el deseo de ser originales, publicar libros y ganar dinero), a los sociólogos, a todos aquellos funcionarios pertenecientes al sector de gobierno, a los que se mueven en los medios de autoridad y a todos aquellos que toman decisiones que afectan a la sociedad. Incluso, habría que decir que ésta, la humanidad, ha caído en la incompetencia o va camino de caer. Entre los medios de comunicación y de la cultura (puede que hasta de la filosofía) se han enredado los términos, se ha interpretado la vida como una jarana permanente. Hoy la ley solo se respeta por temor a la policía y no por convencimiento. Se ha perdido el sentido de trascendencia y la noción de lo fundamental. Todo ha pasado a ser temporal; ya no hay nada duradero.  
Desde que el mundo es mundo, desde que el ser humano se decidió a progresar, a perseguir sus sueños y convertirlos en realidad, hasta hoy la línea ha sido ascendente, progresiva, diríamos que útil a pesar de guerras y otros inconveniente; pero, actualmente, la incompetencia existente se debe principalmente a la corrupción. Hay corrupción en la mayoría de los políticos, pero también la hay en otros sectores, como en el fútbol y en el deporte, en el comercio, en la publicidad, en el periodismo, en la fabricación de automóviles, en el respeto a la naturaleza. El afán más generalizado es obtener dinero, y obtenerlo por todos los medios lícitos y no lícitos. A mí me rompe el alma cuando veo esas personas ingenuas que se amoldan a cualquier situación porque no se atreven a reclamar o porque les conviene. Aparte de esto, yo creo que hoy en día, cualquier pelagatos puede sentirse atraído por la política y hasta presentarse a unas elecciones como presidente. ¿Usted se imagina a Pato Donald Trump como presidente del país más desarrollado del mundo? O al jipi Pablo Iglesias empeorando la situación de España con la política de la jarana y el comunismo obsoleto? ¿Y a Maduro, que se le aparecen las almas transformadas en pajaritos mientras su pueblo se muere de hambre? ¿Estaremos en la misma etapa que la Roma decadente, cuando los Bárbaros invadieron el Imperio Romano aprovechando la corrupción de las altas jerarquías? Pues, ojo, que actualmente los bárbaros andan sueltos por ahí y hoy no vienen con intención de imponer nuevas ideas, sino que su verdadero plan es mezclarse con los violadores de la Ley y ser tan corruptos como ellos…

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